(20-15; 10-12; 15-8; 12-14) Segundo partido, derrota dura, en una difícil cancha, quizás merecimos más, pero no nos lo ganamos. En ocasiones hay que ganar los partidos de baloncesto sin jugar al baloncesto, y ahí no estamos cómodos; de momento. Y es que, juego a parte, una categoría de júnior preferente, con los mejores jugadores de Madrid merece mejores árbitros, en cierta forma física, y con un conocimiento suficiente del reglamento y su correcta aplicación. Tener buenos jugadores que generan ventajas continuas sirve de poco si no se señalan las pertinentes sanciones, que además de favorecer al infractor pone a los jugadores en un estado de frustración y dudas acerca de su propio juego que provoca dinámicas negativas que debemos desechar desde ya. Pero no sólo por esto perdemos el partido: Un inicio malo, poca concentración, al contrario que los de Joaquín Costa que presionaban y marcaban un 9-1 de salida. Tras parar el partido y recomponer el equipo, empezamos a jugar, nos metemos en el partido y en el minuto 7 ya vamos por delante en el marcador. Seis tiros libres para acabar el cuarto rompen la igualdad y concede 5 puntos a favor de los locales. El segundo cuarto es nuestro, pero se empieza a ver la frustración que mencionaba antes, que hace que dejemos de intentar hacer nuestro juego, aún así, recortamos distancia y nos vamos 3 abajo al descanso, con sensaciones contradictorias, sabiendo que somos mejores pero no lo podemos demostrar, por supuesto gran mérito del equipo rival, que nos sobremarcaba y dificultaba la fluidez en nuestros ataques. El tercer cuarto es un despropósito total, sabiendo lo que tenemos que hacer, no lo hacemos, no nos adaptamos, ellos lo hacen perfectamente y aprovechan nuestros errores para montar contras continuas que nos fulminan, acaba la tortura con 10 puntos de desventaja. El último cuarto es un ejemplo de orgullo, nos ponemos a defender, pero seguimos con problemas en ataque, nuestras ventajas no son aprovechadas y con el devenir de los minutos terminamos perdiendo la fe en nosotros mismos y los de Maravillas consiguen cerrar el partido. Esto acaba de empezar, esta categoría es nueva para nosotros y quizás nos falta experiencia, pero nos sobra competitividad y ganas. Sólo el camino del trabajo duro nos pondrá donde merecemos. Esta generación responde y crece continuamente, no hay dudas con vosotros, no las tengáis, confiad en vuestro trabajo. ¡Ánimo! Caer está permitido, levantarse es obligatorio. Estamos en el camino.
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